Cómo cubrir una vacante
Una vez un Presidente de los EE.UU. necesitaba cubrir una vacante en un
importante cargo de la Casa Blanca.
Se recibieron muchas solicitudes, pues el cargo era muy destacado y muy
apetecido por los numerosos profesionales de la sociedad política
norteamericana.
Después de muchas evaluaciones, al final, el comité encargado seleccionó
dos hojas de vida que reunían los más exigentes requisitos exigidos para cubrir
tal vacante.
Quedó, entonces, en manos del señor Presidente escoger entre uno de los
dos la persona más indicada para que le sirviera de asesor en su difícil tarea
de gobernar el país. Pero el señor Presidente no sabía qué hacer, pues ambos
candidatos reunían todas las condiciones y exigencias. Los conocía muy bien,
pues con ambos había estudiado en la universidad y sus hojas de vida eran
impecables.
Luego de mucho pensar, de buscar por un lado y por el otro, ya muy
avanzada la noche, de pronto recordó que cuando estudiaban juntos, viajaban
cierta vez en el Metro, cuando en una estación se subió una anciana a quien le
costaba un poco caminar con la ayuda de un bastón. Uno de ellos, se hizo el
desentendido y se puso a hojear un periódico, en cambio el otro se paró,
inmediatamente, y le cedió el asiento a la señora. Ya, cada uno de los lectores
podrá deducir a quién le dieron el cargo en la Casa Blanca.
Muchas veces no se requiere la sustentación en tanto títulos, para cubrir
una vacante, sino la experiencia, la vocación, la aptitud, las ganas de servir
que el candidato pueda demostrar para cumplir eficazmente con sus objetivos. AA
indica que los principios deben estar por encima de las personalidades. Y los
principios los demuestran los alcohólicos recuperados, con su accionar, su
proceder, su conocimiento de la historia de la Comunidad, sus principios, el ejemplo
de vida, de recuperación, que nunca se registra en los cartones, y que deben estar por encima de ellos.
óskareme
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