martes, 3 de marzo de 2015

Cómo cubrir una vacante

Una vez un Presidente de los EE.UU. necesitaba cubrir una vacante en un importante cargo de la Casa Blanca.

Se recibieron muchas solicitudes, pues el cargo era muy destacado y muy apetecido por los numerosos profesionales de la sociedad política norteamericana.

Después de muchas evaluaciones, al final, el comité encargado seleccionó dos hojas de vida que reunían los más exigentes requisitos exigidos para cubrir tal vacante.

Quedó, entonces, en manos del señor Presidente escoger entre uno de los dos la persona más indicada para que le sirviera de asesor en su difícil tarea de gobernar el país. Pero el señor Presidente no sabía qué hacer, pues ambos candidatos reunían todas las condiciones y exigencias. Los conocía muy bien, pues con ambos había estudiado en la universidad y sus hojas de vida eran impecables.

Luego de mucho pensar, de buscar por un lado y por el otro, ya muy avanzada la noche, de pronto recordó que cuando estudiaban juntos, viajaban cierta vez en el Metro, cuando en una estación se subió una anciana a quien le costaba un poco caminar con la ayuda de un bastón. Uno de ellos, se hizo el desentendido y se puso a hojear un periódico, en cambio el otro se paró, inmediatamente, y le cedió el asiento a la señora. Ya, cada uno de los lectores podrá deducir a quién le dieron el cargo en la Casa Blanca.

Muchas veces no se requiere la sustentación en tanto títulos, para cubrir una vacante, sino la experiencia, la vocación, la aptitud, las ganas de servir que el candidato pueda demostrar para cumplir eficazmente con sus objetivos. AA indica que los principios deben estar por encima de las personalidades. Y los principios los demuestran los alcohólicos recuperados, con su accionar, su proceder, su conocimiento de la historia de la Comunidad, sus principios, el ejemplo de vida, de recuperación, que nunca se registra en los cartones, y que deben estar por encima de ellos.


óskareme

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