Lo profético de Bill.
Seguramente, dentro de
algunos años, los futuros miembros de AA, aquellos que ahora pueden estar
bebiendo, o que todavía no han nacido, y les
dé por estudiar la historia de AA en Colombia, consideraran los tiempos actuales, los momentos que ahora nos ha
correspondido vivir, como un extenso periodo
oscuro que causa sorpresa e incredulidad, al considerar la forma en como las
Tradiciones y los Conceptos, y muchos otros principios, fueron desconocidos,
ignorados, y maltratados, especialmente por quienes les correspondía y tenían
el deber y la obligación de conocerlos, obedecerlos y acatarlos.
Observaran a una Comunidad
regida por unos principios que vive pregonando, pero que poco puso en práctica,
y que si bien se sostuvo en el tiempo, no dejó de vegetar en medio del
desánimo, la apatía, el desinterés, el desgano y el poco espíritu
de compromiso y responsabilidad. La historia, entonces, se encargara, no de juzgarnos
sino de señalarnos como un periodo triste y lamentable para la vida de
AA., cuando se pudo haber hecho muchísimo más por el bien de la Comunidad y de los
alcohólicos que perecieron esperando que nosotros termináramos de recitar el
“Yo soy responsable”.
En el Concepto Cinco, se
lee una cita que como presagio nos hacía
Bill, al considerar como una verdad ya plenamente demostrada, las
palabras del filósofo francés Alexis De Toqueville , al advertir que “el mayor
peligro que las democracias (o las comunidades como la nuestra) podrían
confrontar sería la “tiranía” de las mayorías apáticas, egoístas, mal
informadas o airadas. Solamente una
ciudadanía verdaderamente dedicada y deseosa de proteger y conservar los
derechos y opiniones de la minoría. Podría garantizar la existencia de una
sociedad libre y democrática”.
Y ese desinterés, apatía, desgano o
ignorancia de las mayorías nuestras, es lo que posibilita el engendro de otro
monstruo peor, otra tiranía mayor, como la que a veces hemos vivido, y es “la
aun peor tiranía de las pequeñas minorías investidas de poder absoluto”.
En la revista Grapevine,
Bill escribió: “Tenemos que crecer o deteriorarnos. Para nosotros, el status quo sólo puede ser por hoy, nunca
para mañana. Debemos cambiar, no podemos permanecer estáticos”. (La manera de
vivir N° 25)
Pero cualquier servidor desprevenido
o directivo nuestro, levantará las cejas y con los ojos bien abiertos, preguntará, como aquel caracol a una
tortuga: “¿Y es que no vamos a buen paso?”
óskareme
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