El
“padrino” de Bill W.
Ebby Teacher fue el
padrino de Bill W, según el cofundador de AA, que quiso así considerarlo. Fue
el hombre que en noviembre de 1934, lo visitó en su casa para llevarle el
mensaje de recuperación alcohólica que él había logrado alcanzar en el Grupo
Oxford.
Ebby había sido compañero
de estudios y de parrandas etílicas del pionero de AA. Hay una anécdota
bastante simpática ocurrida a principios de 1929, cuando ambos, en estado de embriaguez y en plena rumba, contrataron
los servicios de un piloto, quien junto con su avioneta los transportó y se
adelantaron a inaugurar un aeródromo en Vermont, cerca al pueblo natal de Bill W.
Después de este pasaje Ebby y Bill no se volvieron a ver por espacio de 5 años,
cuando con sus borracheras cada uno agarró por su lado.
Ebby había nacido
en un hogar de apellido renombrado. Su abuelo, y otros miembros de su familia,
habían sido alcaldes de Albany, incluyendo su hermano mayor Jack. Ebby nunca pudo terminar sus estudios y
nunca pudo descollar en nada y por esto, tal vez, creció con un enorme complejo
frente a los demás miembros de la familia, complejo que al parecer nunca pudo
superar.
Con el tiempo Ebby
regresó a la casa de su familia, ya casi abandonada, y se puso en la tarea de
restaurarla. Sólo alcanzó a arreglar su pieza y allí se quedó viviendo de los
recuerdos, sumergido en una autocompasión y lástima que lo revolcaban todo el
tiempo y servían de pretexto para justificar sus borracheras. Con la ayuda de
un contratista local, pudo al fin terminar de pintar la casa.
Cierto día, cuando
estaba lloviendo, sintió que una pequeña bandada de pájaros había descendido
sobre el techo de la casa lo que no le gustó, porque podrían echar a perder la pintura. Tomó
una escopeta de dos cañones, salió al patio y comenzó a dispararle a las
aves. Los vecinos asustados y molestos llamaron a la policía, pero estaba
tan profundamente dormido, bajo los vapores del alcohol, que no pudieron
llevárselo.
Al otro día fue
detenido y conducido ante un juzgado, en Bennigton, en donde fue condenado a
varios días de prisión, pena que le fue conmutada porque el juez era el papá de
Rowland H., el paciente del Dr. Jung, quien estaba presente en el juicio e intercedió por él, comprometiéndose a hacerse
cargo del borracho Ebby, a cambio de que no lo metieran tras las rejas.
Con este respaldo,
Ebby cerró la casa familiar en Manchester y, durante un tiempo, estuvo de
huésped en la casa de Rowland, quien le ayudó a mantenerse alejado del alcohol.
Después, Ebby se trasladó a Nueva York, yéndose a vivir con un miembro de la
“hermandad”, del Grupo Oxford, que dirigía la Misión Episcopal del Calvario.
Ebby dejó de beber
y empezó a participar en las reuniones del Grupo Oxford, en donde uno de sus
principios era tratar de ayudar a otros. Por algún medio (parece que de un
encuentro casual con Lois), se enteró de los problemas de su compañero y amigo
Bill. Decidió entonces visitarle en su casa, para llevarle el mensaje de
recuperación. Esto ocurrió en noviembre de 1934, cuando Ebby apenas llevaba tres
meses sin beber.
En su libro biográfico
“Lois recuerda”, la esposa de Bill compartió sus ideas sobre Ebby, en donde
aclara que, “si bien Bill quería ansiosamente su sobriedad plenamente, Ebby
sólo parecía querer apenas la abstención necesaria como para permanecer libre
de problemas.” Lois señaló también: “Más de esta crucial visita a Bill, Ebby
después parecía no hacer mucho por ayudar a los demás alcohólicos. Nunca
parecía realmente un miembro de Oxford, ni tampoco de AA. Luego de su primera
recaida —dos años y medios después de vincularse al Grupo Oxford—, muchos malos
pensamientos tomaron posesión de él. Parecía celoso de Bill y criticaba, aún
estando sin beber, tanto al Grupo Oxford como al incipiente programa de AA.”
No obstante Ebby,
seco o borracho, siempre estuvo rodeado y acompañado de alcohólicos anónimos
que hicieron lo posible por ayudarlo, tal vez más por la preocupación que Bill demostraba
por su padrino. En todo momento contó con la asistencia y la ayuda de Bill,
quien incluso llegó a costearle hospitalizaciones para tratamiento, todas ellas
sin lograr que el hombre dejara de beber definitivamente. Paraba por un tiempo
y luego volvía a sus andadas.
Era tanto el
cariño y la preocupación de Bill por Ebby, que en 1961, Bill solicitó a la
Conferencia de Servicios Generales, que hicieran una previsión para su padrino
Ebby, de tal manera que recibiera con
regularidad un cheque mensual por el resto de su vida. Este fue un tremendo “golazo”
que Bill le metió a la Conferencia, aunque muchos crean que el cofundador nunca
se aprovechó de su condición. Desde entonces, Ebby estuvo recibiendo 200 dólares mensuales de
parte de AA, por espacio de 5 años, hasta el día de su muerte en 1966. No sabemos qué pasó con el cofundador que había
escrito y predicado tanto sobre las Tradiciones, en donde aquí, la Seis, quedaba
por el piso, pues AA no debe apoyar ni financiar causas (o personas) ajenas,
para evitar los posibles de riesgos de distracción del objetivo único y
principal de la Comunidad.
El mayor tiempo de
sobriedad que tuvo Ebby, fueron siete años, hasta 1961 cuando murió su novia y
de nuevo se emborrachó. El condicionaba su sobriedad a tener una buena mujer a
su lado. Así lo expresó repetidamente. Sufría de enfisema, a causas del
cigarrillo, y su salud se vio fuertemente deteriorada hasta el punto que su peso
disminuyó de 170 a 122 libras.
Toda su vida Ebby
vio ensombrecida su figura por el reconocimiento y el éxito que se hacían tanto
a su padre, como a su abuelo y a sus hermanos. Esto pudo haber desarrollado en
él un resentimiento familiar bastante común en muchos alcohólicos. Su búsqueda
de prestigio y elogio no la pudo encontrar en AA, en donde precisamente el
programa de los Pasos nos obliga a desterrar profundamente.
Según un veterano
miembro de AA de Texas, “Ebby, además, conservó un profundo resentimiento
contra el Dr. Bob y otros miembros de la Comunidad, debido a que él se
consideraba más fundador que cualquiera, y nadie se lo había querido reconocer,
convirtiéndolo en un don nadie para AA.
Este resentimiento pudo haber sido la razón de sus repetidos deslices en
el programa.
En mayo de 1964 y
también con la ayuda de Bill, fue a parar a una finca de reposo, en la afueras
de Nueva York, en donde terminó sus últimas días, sin volver a la bebida hasta
el día de su muerte el 21 de marzo de 1966. En el libro “El Lenguaje del
corazón” puede leerse un escrito póstumo del cofundador. (p 60)
Así como durante
sus últimos días no volvió a probar licor, tampoco llegó a interesarse en
ningún momento por AA o asistir a una de sus reuniones. Es más, siempre asumió
una posición de crítica y rechazo frente a la Comunidad, lo que no fue
obstáculo para que muchos AA le visitaran permanentemente y llegaran a
impregnar la atmósfera de aquel sitio, en donde estuvo recluido durante sus últimos
días, con los principios de nuestro programa.
óskareme
Me gustaría tener más información de Eby,considero que su papel fue un punto clave para el desarrollo de la comunidad de a a
ResponderEliminarSi.estoy de acuerdo con voz, luisa. Me parese extraordinaria esta historia.
ResponderEliminarAl leer esta publicación enteré de lo q al final le paso a ebby teacher pero viéndolo asi fue in hombre q mas q su alcoholismo sufrió de su neurosis de un resentimiento,celos,rencor y conmiseración
ResponderEliminarMe gustaría tener comunicación con compañeros AA de otros Lugares yo soy Rodolfo y soy alcohólico 8671626435 es mi cel
ResponderEliminarJuan na Grasia por la vida Santiago de Chile Grupo Liderta +56971235290 Juan
ResponderEliminarMe gustaria tener comunicasiion
Buenas tardes sería tan amable de decir en que parte de la literatura encuentro esa información, por favor
ResponderEliminarEbby,pudo haberse convertido,sino es que lo fué en el tercer cofundador de Alcohólicos Anónimos.
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