viernes, 6 de marzo de 2015

El “padrino” de Bill W.

Ebby Teacher fue el padrino de Bill W, según el cofundador de AA, que quiso así considerarlo. Fue el hombre que en noviembre de 1934, lo visitó en su casa para llevarle el mensaje de recuperación alcohólica que él había logrado alcanzar en el Grupo Oxford.

Ebby había sido compañero de estudios y de parrandas etílicas del pionero de AA. Hay una anécdota bastante simpática ocurrida a principios de 1929,  cuando ambos, en estado de embriaguez y en plena rumba, contrataron los servicios de un piloto, quien junto con su avioneta los transportó y se adelantaron a inaugurar un aeródromo en Vermont, cerca al pueblo natal de Bill W. Después de este pasaje Ebby y Bill no se volvieron a ver por espacio de 5 años, cuando con sus borracheras cada uno agarró por su lado.

Ebby había nacido en un hogar de apellido renombrado. Su abuelo, y otros miembros de su familia, habían sido alcaldes de Albany, incluyendo su hermano mayor Jack.  Ebby nunca pudo terminar sus estudios y nunca pudo descollar en nada y por esto, tal vez, creció con un enorme complejo frente a los demás miembros de la familia, complejo que al parecer nunca pudo superar.

Con el tiempo Ebby regresó a la casa de su familia, ya casi abandonada, y se puso en la tarea de restaurarla. Sólo alcanzó a arreglar su pieza y allí se quedó viviendo de los recuerdos, sumergido en una autocompasión y lástima que lo revolcaban todo el tiempo y servían de pretexto para justificar sus borracheras. Con la ayuda de un contratista local, pudo al fin terminar de pintar la casa.

Cierto día, cuando estaba lloviendo, sintió que una pequeña bandada de pájaros había descendido sobre el techo de la casa lo que no le gustó, porque podrían echar a perder la pintura. Tomó una escopeta de dos cañones, salió al patio y comenzó a dispararle a las aves. Los vecinos asustados y molestos llamaron a la policía, pero estaba tan profundamente dormido, bajo los vapores del alcohol, que no pudieron llevárselo.

Al otro día fue detenido y conducido ante un juzgado, en Bennigton, en donde fue condenado a varios días de prisión, pena que le fue conmutada porque el juez era el papá de Rowland H., el paciente del Dr. Jung, quien estaba presente en el juicio e  intercedió por él, comprometiéndose a hacerse cargo del borracho Ebby, a cambio de que no lo metieran tras las rejas.

Con este respaldo, Ebby cerró la casa familiar en Manchester y, durante un tiempo, estuvo de huésped en la casa de Rowland, quien le ayudó a mantenerse alejado del alcohol. Después, Ebby se trasladó a Nueva York, yéndose a vivir con un miembro de la “hermandad”, del Grupo Oxford, que dirigía la Misión Episcopal del Calvario.

Ebby dejó de beber y empezó a participar en las reuniones del Grupo Oxford, en donde uno de sus principios era tratar de ayudar a otros. Por algún medio (parece que de un encuentro casual con Lois), se enteró de los problemas de su compañero y amigo Bill. Decidió entonces visitarle en su casa, para llevarle el mensaje de recuperación. Esto ocurrió en noviembre de 1934, cuando Ebby apenas llevaba tres meses sin beber.

En su libro biográfico “Lois recuerda”, la esposa de Bill compartió sus ideas sobre Ebby, en donde aclara que, “si bien Bill quería ansiosamente su sobriedad plenamente, Ebby sólo parecía querer apenas la abstención necesaria como para permanecer libre de problemas.” Lois señaló también: “Más de esta crucial visita a Bill, Ebby después parecía no hacer mucho por ayudar a los demás alcohólicos. Nunca parecía realmente un miembro de Oxford, ni tampoco de AA. Luego de su primera recaida —dos años y medios después de vincularse al Grupo Oxford—, muchos malos pensamientos tomaron posesión de él. Parecía celoso de Bill y criticaba, aún estando sin beber, tanto al Grupo Oxford como al incipiente programa de AA.”

No obstante Ebby, seco o borracho, siempre estuvo rodeado y acompañado de alcohólicos anónimos que hicieron lo posible por ayudarlo, tal vez más por la preocupación que Bill demostraba por su padrino. En todo momento contó con la asistencia y la ayuda de Bill, quien incluso llegó a costearle hospitalizaciones para tratamiento, todas ellas sin lograr que el hombre dejara de beber definitivamente. Paraba por un tiempo y luego volvía a sus andadas.

Era tanto el cariño y la preocupación de Bill por Ebby, que en 1961, Bill solicitó a la Conferencia de Servicios Generales, que hicieran una previsión para su padrino Ebby, de tal manera que  recibiera con regularidad un cheque mensual por el resto de su vida. Este fue un tremendo “golazo” que Bill le metió a la Conferencia, aunque muchos crean que el cofundador nunca se aprovechó de su condición. Desde entonces, Ebby  estuvo recibiendo 200 dólares mensuales de parte de AA, por espacio de 5 años, hasta el día de su muerte en 1966.  No sabemos qué pasó con el cofundador que había escrito y predicado tanto sobre las Tradiciones, en donde aquí, la Seis, quedaba por el piso, pues AA no debe apoyar ni financiar causas (o personas) ajenas, para evitar los posibles de riesgos de distracción del objetivo único y principal de la Comunidad.

El mayor tiempo de sobriedad que tuvo Ebby, fueron siete años, hasta 1961 cuando murió su novia y de nuevo se emborrachó. El condicionaba su sobriedad a tener una buena mujer a su lado. Así lo expresó repetidamente. Sufría de enfisema, a causas del cigarrillo, y su salud se vio fuertemente deteriorada hasta el punto que su peso disminuyó de 170 a 122 libras.

Toda su vida Ebby vio ensombrecida su figura por el reconocimiento y el éxito que se hacían tanto a su padre, como a su abuelo y a sus hermanos. Esto pudo haber desarrollado en él un resentimiento familiar bastante común en muchos alcohólicos. Su búsqueda de prestigio y elogio no la pudo encontrar en AA, en donde precisamente el programa de los Pasos nos obliga a desterrar profundamente.

Según un veterano miembro de AA de Texas, “Ebby, además, conservó un profundo resentimiento contra el Dr. Bob y otros miembros de la Comunidad, debido a que él se consideraba más fundador que cualquiera, y nadie se lo había querido reconocer, convirtiéndolo en un don nadie para AA.  Este resentimiento pudo haber sido la razón de sus repetidos deslices en el programa.

En mayo de 1964 y también con la ayuda de Bill, fue a parar a una finca de reposo, en la afueras de Nueva York, en donde terminó sus últimas días, sin volver a la bebida hasta el día de su muerte el 21 de marzo de 1966. En el libro “El Lenguaje del corazón” puede leerse un escrito póstumo del cofundador. (p 60)

Así como durante sus últimos días no volvió a probar licor, tampoco llegó a interesarse en ningún momento por AA o asistir a una de sus reuniones. Es más, siempre asumió una posición de crítica y rechazo frente a la Comunidad, lo que no fue obstáculo para que muchos AA le visitaran permanentemente y llegaran a impregnar la atmósfera de aquel sitio, en donde estuvo recluido durante sus últimos días, con los principios de nuestro programa.


óskareme

7 comentarios:

  1. Me gustaría tener más información de Eby,considero que su papel fue un punto clave para el desarrollo de la comunidad de a a

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  2. Si.estoy de acuerdo con voz, luisa. Me parese extraordinaria esta historia.

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  3. Al leer esta publicación enteré de lo q al final le paso a ebby teacher pero viéndolo asi fue in hombre q mas q su alcoholismo sufrió de su neurosis de un resentimiento,celos,rencor y conmiseración

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  4. Me gustaría tener comunicación con compañeros AA de otros Lugares yo soy Rodolfo y soy alcohólico 8671626435 es mi cel

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  5. Juan na Grasia por la vida Santiago de Chile Grupo Liderta +56971235290 Juan
    Me gustaria tener comunicasiion

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  6. Buenas tardes sería tan amable de decir en que parte de la literatura encuentro esa información, por favor

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  7. Ebby,pudo haberse convertido,sino es que lo fué en el tercer cofundador de Alcohólicos Anónimos.

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