lunes, 9 de marzo de 2015

Alguien de la lista me pregunta: ¿Quién era Walter Hagen  que se menciona en la Historia de Bill, capitulo primero del Texto Básico?

Walter Hagen

Fue uno de los mejores jugadores de todos los tiempos y el empresario más importante en el mundo del golf en su momento. Se le considera haber facilitado que las puertas de los clubes se abrieran al golf para los torneos profesionales y haber logrado que el golf profesional lograra prestigio.

La participación en los torneos, se extendió para Hagen desde 1914 hasta 1940 y le permitió ganar 5 campeonatos PGA y 4 British Open.  Ganó además  el USA Open dos veces. Fue el jugador más pintoresco de ese periodo y viajó a muchos sitios.

Participó aproximadamente en 1.500 juegos de exhibiciones de golf en los EE.UU, Canadá y otros países y en unos 200 torneos. Tenía por costumbre llegar tarde a los partidos y a cualquier otro compromiso; le encantaban las reuniones (aun antes de un partido importante), se vestía bien, viajaba en una limusina con chofer propio. Se esperaba siempre que hiciera lo inesperado.

Al pasar buenos ratos durante los días de golf no deterioraba su juego impresionante. Ganó 60 torneos abiertos y 11 títulos importantes, secundado de este modo a Bobby Jones que poseía 13. Fue alcanzado por Jack Nicklaus en 1972.

Hagen abandonó la escuela a los 12 años para dedicarse completamente a su trabajo de caddie en un club de su ciudad natal, Rochester, Nueva York, convirtiéndose en profesional a los 18 años. Ganó el primer US Open a la edad de 21 años y fue también el primer millonario del golf. Ganó el primer premio de 1.000 dólares que se ofreciera a un jugador profesional en el torneo de la Panamá Exposition  en San Francisco en 1915 y más tarde derrotó a Bobby Jones en un encuentro de 72 hoyos en la Florida, ganando 6.8000 dólares, la suma más importante que haya ganado jamás un jugador de golf en un solo partido. Recibió un sueldo de 30.000 dólares por año como presidente del Pasadena Golf Club en  St. Petersburg, Florida, en 1924 y 1925 – un salario inconcebible en ese tiempo.

Hagen nació en Rochester Nueva York, en 1892 y murió en 1969.
A este destacado jugador fue a quien Bill W., cuando contrajo la fiebre del golf, en 1929, trato de superar, “Pero el licor me ganó antes de que pudiera alcanzar a Walter Hagen.” (Texto Básico, Capitulo primero, p.3)

Datos tomados del Almanaque de lo insólito. Vol 6
David Wallechinsky – Irving Wallace

Editorial Grijalbo. 

sábado, 7 de marzo de 2015

AA y El Padrenuestro

En el libro El Dr. Bob y los buenos veteranos, se menciona que la oración del Padrenuestro se recitaba desde los mismos comienzos de la Comunidad, aproximadamente por los años 1938 y 1939, si no antes. En aquel entonces, no había literatura de A.A., y los grupos acudían para su inspiración y orientación a oraciones ya existentes, a pasajes de Biblia cristiana, y a la literatura del Grupo Oxford.

Bill W. comentó varias veces en su correspondencia sobre el uso del Padrenuestro, en los primero tiempos. En una misiva dirigida a un miembro en 1959, escribió:

“Es probable que esta costumbre la hayamos sacado de los Grupos Oxford que tenían mucha influencia en los primeros días de A.A. Al leer el libro "A.A. llega a su mayoría de edad” ya te habrás enterado de la conexión que esa gente tenía con A.A. Creo que era costumbre suya recitar el Padrenuestro al cerrar sus reuniones. Y de allí se convirtió fácilmente en costumbre nuestra”.

Y en una carta de 1955, Bill anotó lo siguiente:

“Por supuesto que siempre habrá algunos que parecen sentirse ofendidos si se recita cualquier oración en una reunión de A.A. Y, a veces, se quejan de que el Padrenuestro es un texto cristiano. No obstante, esta oración es tan bien conocida y de un uso tan generalizado que la objeción de que es de origen cristiano parece un poco inverosímil. Además, es cierto que la mayoría de los A.A. creen en algún tipo de dios con quien la comunicación es posible y la fortaleza asequible por medio de su gracia. Dado que esto es el consenso, parece justo que se utilicen por lo menos la Oración de la Serenidad y el Padrenuestro, en conexión con las reuniones de A.A. No parece necesario someternos a los deseos de nuestros principiantes ateos o agnósticos hasta “poner nuestras lámparas debajo de un almud”. No obstante, en nuestra área, el coordinador de la reunión suele pedir a quienes quieren hacerlo,  que se unan con él para recitar el Padrenuestro. Lo peor que puede pasarles a quienes tienen objeciones es tener que escucharla. Éste es, sin duda, un ejercicio saludable de tolerancia en su actual etapa de desarrollo”.

Como queda, pues, claramente explicado, la cuestión de recitar el Padrenuestro en las reuniones ha sido controvertida en algunos círculos desde casi el comienzo de AA. La OSG de los EE.UU. ha respondido numerosas cartas de consulta con referencia a este asunto desde los años 50 y 60. También Varios artículos sobre el asunto han venido apareciendo en Box 459 y en la revista AA Grapevine, y la Conferencia de Servicios Generales, la ha considerado con frecuencia.

Por ejemplo, en la Conferencia de 1962, se sacó la siguiente pregunta de la Canasta de Preguntas, que formulan los delegados: 

Pregunta: ¿Qué se hace cuando uno o varios individuos no quieren ponerse de pie cuando se reza el Padrenuestro?
Respuesta:” La participación o no participación en las reuniones y en el programa de AA, no debe condicionarse a que el individuo deba unirse al rezo del Padrenuestro. Se debe considerar mejor como un asunto de conciencia grupal (si se sigue rezando o no), pero en definitiva es más un asunto de criterio individual y personal”


óskareme

viernes, 6 de marzo de 2015

AA: una "empresa" exitosa

Cuando escribí que AA es una "empresa" de éxito, al cumplir sus 73 años, algunos me hicieron la observación que el término “empresa” no era muy aconsejable aplicarle a nuestra fraternidad que se identifica más como una comunidad, que como empresa.  Y, yo estoy de acuerdo con eso.

Lo que ocurre es que también resulta conveniente considerar que Bill W., el de mayor iniciativa y líder en estos asuntos, venía de trabajar, nada más ni nada menos que, en la Bolsa de Valores de Nueva York, el centro de los negocios de las más grandes empresas del mundo, la ciudad principal de capitalismo.

Bill, podemos deducir fácilmente, tenía entonces una gran formación empresarial, un criterio de empresa muy poderoso y bien formado, y no tanto institucional o de gobernabilidad, porque no intervino en la política; o de hermandad o de fraternidad que puede aparecer más obra de beneficencia o caritativa como la podía tener el Dr. Bob, que era de más influencia religiosa y pueblerina, pues había vivido toda la vida en Akron, muy diferente al ambiente que se respira en la ciudad mayor de los Estados Unidos, como lo es Nueva York.

Empresa, según el diccionario, indica la acción de emprender y cosa que se emprende. También define más comúnmente a una sociedad comercial o industrial, que no tiene nada de que ver AA.,ciertamente. Pero aquí es bueno hacer notar que así como AA es un programa espiritual, para la recuperación del alcoholismo (Primer Legado), es también una comunidad espiritualizada de hombres y mujeres a quienes va dirigido el mismo programa, entre los cuales contempla la necesidad de asociación, de integración, de participación, para lo cual acopla unos principios que la hacen trabajar y permanecer unida (Segundo Legado), y también como una organización, pues los Servicios tienen que estar organizados para poder funcionar, y comienza así a vislumbrase el cariz empresarial que alberga, pues la Oficina de Servicios Generales, la Junta de Custodios y demás cuerpos de la Estructura, forman una asociación empresarial, o por lo menos así lo vislumbra su funcionamiento.

Bill escribió, en el Concepto Seis, para rematar, lo siguiente que nos permite considerar, aún así no le demos tal tratamiento empresarial a AA, que: “De arriba abajo, nuestra estructura de servicio se asemeja ciertamente a la de una empresa comercial; los grupos de AA son los accionistas; los delegados son sus representantes ante la “Asamblea General”; nuestra Junta de Servicios Generales representa la Junta Directiva de la Compañía y ésta posee y controla las compañías “subsidiarias”.

Así fue como las cosas se sucedieron y el Dr Bob, sin tanta visión futurista, ni estructura organizativa, le ayudó directa y personalmente a más de 5 mil alcohólicos, en el hospital de Akron, mientras Bill con una estructura mental más empresarial, creo una organigrama funcional más parecido a la de una gran empresa comercial, que fuera no sólo nacional sino multinacional, como lo es AA.

Por eso fue que me atreví, aunque así no la definamos como tal, que Alcohólicos Anónimos en sus 73 años es una “empresa” exitosa.

óskareme





Lo profético de Bill.

Seguramente, dentro de algunos años, los futuros miembros de AA, aquellos que ahora pueden estar bebiendo, o que todavía no han nacido, y les dé por estudiar la historia de AA en Colombia, consideraran los tiempos actuales, los momentos que ahora nos ha correspondido vivir, como un extenso periodo oscuro que causa sorpresa e incredulidad, al considerar la forma en como las Tradiciones y los Conceptos, y muchos otros principios, fueron desconocidos, ignorados, y maltratados, especialmente por quienes les correspondía y tenían el deber y la obligación de conocerlos, obedecerlos y acatarlos.

Observaran a una Comunidad regida por unos principios que vive pregonando, pero que poco puso en práctica, y que si bien se sostuvo en el tiempo, no dejó de vegetar en medio del desánimo, la apatía, el desinterés, el desgano y el poco espíritu de compromiso y responsabilidad. La historia, entonces, se encargara, no de juzgarnos sino de señalarnos como un periodo triste y lamentable para la vida de AA., cuando se pudo haber hecho muchísimo más por el bien de la Comunidad y de los alcohólicos que perecieron esperando que nosotros termináramos de recitar el “Yo soy responsable”.

En el Concepto Cinco, se lee una cita que como presagio nos hacía  Bill, al considerar como una verdad ya plenamente demostrada, las palabras del filósofo francés Alexis De Toqueville , al advertir que “el mayor peligro que las democracias (o las comunidades como la nuestra) podrían confrontar sería la “tiranía” de las mayorías apáticas, egoístas, mal informadas o airadas.  Solamente una ciudadanía verdaderamente dedicada y deseosa de proteger y conservar los derechos y opiniones de la minoría. Podría garantizar la existencia de una sociedad libre y democrática”.

Y ese desinterés, apatía, desgano o ignorancia de las mayorías nuestras, es lo que posibilita el engendro de otro monstruo peor, otra tiranía mayor, como la que a veces hemos vivido, y es “la aun peor tiranía de las pequeñas minorías investidas de poder absoluto”.

En la revista Grapevine, Bill escribió: “Tenemos que crecer o deteriorarnos. Para nosotros, el status quo sólo puede ser por hoy, nunca para mañana. Debemos cambiar, no podemos permanecer estáticos”. (La manera de vivir N° 25)

Pero cualquier servidor desprevenido o directivo nuestro, levantará las cejas y con los ojos bien abiertos, preguntará, como aquel caracol a una tortuga: “¿Y es que no vamos a buen paso?”


óskareme
Las mujeres en AA

Había una vez un grupo muy numeroso de AA, conformado por hombres y mujeres que se reunían con el propósito de compartir sus experiencias, fortalezas y esperanzas, sobre el delicado problema del alcoholismo, y sus deseos por salir adelante.

Un día, las mujeres decidieron formar rancho aparte y organizar un grupo exclusivo para ellas, pues según sus planteamientos, tenían muchos otros asuntos graves y delicados que resolver, y que no eran de la incumbencia de los señores alcohólicos.

Al tiempo de estar funcionando, observaron que había una notoria diferencia entre las experiencias de las damas jóvenes y las más veteranas, por lo que decidieron nuevamente separarse en dos grupos: la de las jovencitas y de las señoras, más veteranas.

El grupo de jóvenes tuvo muchos tropiezos para funcionar debido a que ellas no eran un grupo muy numeroso, comparativamente con las de mayor edad, además porque no tenían mucha experiencia en el manejo de un grupo y en la orientación que el mismo programa les podría proporcionar.

Las veteranas decían que ahora sí podrían hablar a sus anchas sobre los problemas que tenían en sus casas, con sus maridos, sus hijos, y demás, sin estar las jovencitas inexpertas presentes. Pero, al tiempo se vinieron a dar cuenta de que entre ellas habían algunas solteras, otras divorciadas y, otras más separadas, que incluso tenían a sus escondidos amantes, en cambio otras eran casadas y aún conservaban sus maridos, sus hogares, por lo que decidieron dividirse también, en grupos de veteranas solteras, veteranas casadas y veteranas separadas, ya que sus problemas eran diferentes... según ellas.

El grupo de las solteras, divorciadas y separadas, que conformaban una cantidad más considerable, descubrieron luego que algunas de ellas eran lesbianas, otras frígidas, y algunas más ninfómanas, por los que decidieron dividirse en las que se sentían atraídas sexualmente por otras mujeres, las que no podían tener relaciones sexuales, y las que exigían sexo y más sexo, además que luego se encontraron algunas otras bisexuales, que también organizaron su grupo aparte.

Una y otra mujer, de diferente grupo, advirtieron después que su problema era depresivo y que tenían un elevado consumo de pastillas y medicamentos, por lo que formaron otro grupo, dentro del grupo de damas, con exclusividad para las mujeres alcohólicas, casadas o solteras con tendencias depresivas, bipolares, o maniaco-depresivas. Otras sufrían de malestares fóbicos y pidieron reunirse aparte, cuando apareció otra que dijo: "No, mi problema además del alcoholismo es la marihuana y la cocaína," por lo que también organizó inmediatamente su grupo aparte para damas con problemas de doble o múltiple adicción.

Otra más reconoció que su problema fuerte, además del alcoholismo, era la mitomanía: "Si los hombres tienen que mentir para esconder su alcoholismo y poder ser aceptados socialmente, qué diremos nosotras las mujeres que nos tenemos que esconder permanentemente y mentir todo el tiempo para que no nos descubran, ¡caramba!" Así que también formó su grupo de alcohólicas mitómanas.

Al final no se veían sino una inmensa cantidad de pequeños grupitos de mujeres, reunidas "en exclusividad", y que al final añoraban la presencia de los hombres y mujeres alcohólicas, de todas la edades, estados y condiciones, aun así tuviesen diversidad de problemas, pues si bien ellas por el momento no los tenían, nadie podía asegurarles que más adelante no los encararían.

Así, con el tiempo y la experiencia vivida, se volvieron a reintegrar en grupos de hombres y mujeres sin distingos de ninguna clase, acatando lo que Bill W., escribió cierta vez en la revista AA Grapevine, señalando que  "ellas hablan ahora sobre lo parecido que somos todos los alcohólicos, cuando hemos conocido nuestra derrota".(La manera de vivir en AA, como la ve Bill.  Numeral 24)

¡Ah!, y porque finalmente vinieron a descubrir que la UNIDAD de AA, nace de la diversidad y no de la igualdad o lo parecido que pueden resultar ser todos sus miembros.

La definición de AA es muy clara y contundente: “Alcohólicos Anónimos, es una comunidad de HOMBRES y MUJERES…”, y no está conformado por un grupo de hombres por un lado y de las mujeres por otro.

óskareme
El “padrino” de Bill W.

Ebby Teacher fue el padrino de Bill W, según el cofundador de AA, que quiso así considerarlo. Fue el hombre que en noviembre de 1934, lo visitó en su casa para llevarle el mensaje de recuperación alcohólica que él había logrado alcanzar en el Grupo Oxford.

Ebby había sido compañero de estudios y de parrandas etílicas del pionero de AA. Hay una anécdota bastante simpática ocurrida a principios de 1929,  cuando ambos, en estado de embriaguez y en plena rumba, contrataron los servicios de un piloto, quien junto con su avioneta los transportó y se adelantaron a inaugurar un aeródromo en Vermont, cerca al pueblo natal de Bill W. Después de este pasaje Ebby y Bill no se volvieron a ver por espacio de 5 años, cuando con sus borracheras cada uno agarró por su lado.

Ebby había nacido en un hogar de apellido renombrado. Su abuelo, y otros miembros de su familia, habían sido alcaldes de Albany, incluyendo su hermano mayor Jack.  Ebby nunca pudo terminar sus estudios y nunca pudo descollar en nada y por esto, tal vez, creció con un enorme complejo frente a los demás miembros de la familia, complejo que al parecer nunca pudo superar.

Con el tiempo Ebby regresó a la casa de su familia, ya casi abandonada, y se puso en la tarea de restaurarla. Sólo alcanzó a arreglar su pieza y allí se quedó viviendo de los recuerdos, sumergido en una autocompasión y lástima que lo revolcaban todo el tiempo y servían de pretexto para justificar sus borracheras. Con la ayuda de un contratista local, pudo al fin terminar de pintar la casa.

Cierto día, cuando estaba lloviendo, sintió que una pequeña bandada de pájaros había descendido sobre el techo de la casa lo que no le gustó, porque podrían echar a perder la pintura. Tomó una escopeta de dos cañones, salió al patio y comenzó a dispararle a las aves. Los vecinos asustados y molestos llamaron a la policía, pero estaba tan profundamente dormido, bajo los vapores del alcohol, que no pudieron llevárselo.

Al otro día fue detenido y conducido ante un juzgado, en Bennigton, en donde fue condenado a varios días de prisión, pena que le fue conmutada porque el juez era el papá de Rowland H., el paciente del Dr. Jung, quien estaba presente en el juicio e  intercedió por él, comprometiéndose a hacerse cargo del borracho Ebby, a cambio de que no lo metieran tras las rejas.

Con este respaldo, Ebby cerró la casa familiar en Manchester y, durante un tiempo, estuvo de huésped en la casa de Rowland, quien le ayudó a mantenerse alejado del alcohol. Después, Ebby se trasladó a Nueva York, yéndose a vivir con un miembro de la “hermandad”, del Grupo Oxford, que dirigía la Misión Episcopal del Calvario.

Ebby dejó de beber y empezó a participar en las reuniones del Grupo Oxford, en donde uno de sus principios era tratar de ayudar a otros. Por algún medio (parece que de un encuentro casual con Lois), se enteró de los problemas de su compañero y amigo Bill. Decidió entonces visitarle en su casa, para llevarle el mensaje de recuperación. Esto ocurrió en noviembre de 1934, cuando Ebby apenas llevaba tres meses sin beber.

En su libro biográfico “Lois recuerda”, la esposa de Bill compartió sus ideas sobre Ebby, en donde aclara que, “si bien Bill quería ansiosamente su sobriedad plenamente, Ebby sólo parecía querer apenas la abstención necesaria como para permanecer libre de problemas.” Lois señaló también: “Más de esta crucial visita a Bill, Ebby después parecía no hacer mucho por ayudar a los demás alcohólicos. Nunca parecía realmente un miembro de Oxford, ni tampoco de AA. Luego de su primera recaida —dos años y medios después de vincularse al Grupo Oxford—, muchos malos pensamientos tomaron posesión de él. Parecía celoso de Bill y criticaba, aún estando sin beber, tanto al Grupo Oxford como al incipiente programa de AA.”

No obstante Ebby, seco o borracho, siempre estuvo rodeado y acompañado de alcohólicos anónimos que hicieron lo posible por ayudarlo, tal vez más por la preocupación que Bill demostraba por su padrino. En todo momento contó con la asistencia y la ayuda de Bill, quien incluso llegó a costearle hospitalizaciones para tratamiento, todas ellas sin lograr que el hombre dejara de beber definitivamente. Paraba por un tiempo y luego volvía a sus andadas.

Era tanto el cariño y la preocupación de Bill por Ebby, que en 1961, Bill solicitó a la Conferencia de Servicios Generales, que hicieran una previsión para su padrino Ebby, de tal manera que  recibiera con regularidad un cheque mensual por el resto de su vida. Este fue un tremendo “golazo” que Bill le metió a la Conferencia, aunque muchos crean que el cofundador nunca se aprovechó de su condición. Desde entonces, Ebby  estuvo recibiendo 200 dólares mensuales de parte de AA, por espacio de 5 años, hasta el día de su muerte en 1966.  No sabemos qué pasó con el cofundador que había escrito y predicado tanto sobre las Tradiciones, en donde aquí, la Seis, quedaba por el piso, pues AA no debe apoyar ni financiar causas (o personas) ajenas, para evitar los posibles de riesgos de distracción del objetivo único y principal de la Comunidad.

El mayor tiempo de sobriedad que tuvo Ebby, fueron siete años, hasta 1961 cuando murió su novia y de nuevo se emborrachó. El condicionaba su sobriedad a tener una buena mujer a su lado. Así lo expresó repetidamente. Sufría de enfisema, a causas del cigarrillo, y su salud se vio fuertemente deteriorada hasta el punto que su peso disminuyó de 170 a 122 libras.

Toda su vida Ebby vio ensombrecida su figura por el reconocimiento y el éxito que se hacían tanto a su padre, como a su abuelo y a sus hermanos. Esto pudo haber desarrollado en él un resentimiento familiar bastante común en muchos alcohólicos. Su búsqueda de prestigio y elogio no la pudo encontrar en AA, en donde precisamente el programa de los Pasos nos obliga a desterrar profundamente.

Según un veterano miembro de AA de Texas, “Ebby, además, conservó un profundo resentimiento contra el Dr. Bob y otros miembros de la Comunidad, debido a que él se consideraba más fundador que cualquiera, y nadie se lo había querido reconocer, convirtiéndolo en un don nadie para AA.  Este resentimiento pudo haber sido la razón de sus repetidos deslices en el programa.

En mayo de 1964 y también con la ayuda de Bill, fue a parar a una finca de reposo, en la afueras de Nueva York, en donde terminó sus últimas días, sin volver a la bebida hasta el día de su muerte el 21 de marzo de 1966. En el libro “El Lenguaje del corazón” puede leerse un escrito póstumo del cofundador. (p 60)

Así como durante sus últimos días no volvió a probar licor, tampoco llegó a interesarse en ningún momento por AA o asistir a una de sus reuniones. Es más, siempre asumió una posición de crítica y rechazo frente a la Comunidad, lo que no fue obstáculo para que muchos AA le visitaran permanentemente y llegaran a impregnar la atmósfera de aquel sitio, en donde estuvo recluido durante sus últimos días, con los principios de nuestro programa.


óskareme

miércoles, 4 de marzo de 2015


Mensajes contrastados de dos cosmonáutas

Cuando Yuri Gagarin, el primer cosmonáuta ruso se encontraba en su famoso vuelo en el  espacio, se asomó por la escotilla de la nave y mandó un mensaje a la humanidad, que decía mas o menos en estos términos:

" Me encuentro en el espacio, a miles y miles de kilómetros sobre la tierra y miro por todas partes y no veo a Dios".

Pero cuando Gordon Scott,  otro astronauta norteamericano, tiempo después, se encontraba  circundando la tierra, envío como replica otro mensaje a la humanidad que decía:

"No necesito venir al espacio para ver a Dios. El está en todas
partes".

óskareme


martes, 3 de marzo de 2015

¿NO LES PARECE EXTRAÑO

¿No les parece extraño que un billete de mil, de cinco mil o de diez mil se vea muy grande cuando lo llevamos al Grupo, pero demasiado pequeño cuando lo llevamos al supermercado?

¿No les parece extraño cuán larga parece una hora cuando vamos a una reunión de AA, pero tan corto el tiempo cuando comenzamos a ver una “zaga”, en la tele, o una película de 2 horas y media?

¿No les parece extraño que no podamos pensar en algo qué decir cuando oramos, pero no tenemos dificultad en encontrar cosas de qué hablar cuando se trata de chismografiar?

¿No les parece extraño que nos emocionemos cuando una final de fútbol se extiende a tiempos suplementarios, o un juego de béisbol se va a extra-innings, pero nos quejamos cuando un compartir ameno e interesante de un compañero es más largo que lo usual?

¿No les parece extraño lo difícil que es leer un capítulo del Texto Básico, pero lo fácil que resulta leer la revista Soho, Semana, y toda la prensa amarilla, que sólo registra casos de robos, asesinatos, secuestros y hechos de sangre?

¿No les parece extraño cómo la mayoría de los AA desean los asientos del frente en cualquier espectáculo, pero hasta se esfuerzan para buscar asientos de atrás en las reuniones de un grupo?

¿No les parece extraño lo difícil que es aprender una verdad simple del Programa de A.A, para compartirla con otros, pero qué fácil resulta entender y repetir un chisme o un chiste verde?

¿No les parece extraño que seamos los primeros en acudir a reclamar
el pago de la nómina, pero los últimos en llegar —casi siempre tarde— a las reuniones de nuestro grupo o del comité de servicios al cual pertenecemos?

¿No les parece extraño cómo creemos todo lo que dice la tele y los periódicos, pero cuestionamos lo que dice nuestro Programa de AA?

¿No les parece extraño que muchos quieran alcanzar una sobriedad feliz y tranquila pero sin tener que practicar los Pasos, ni respetar lñas Tradiciones?

¿No les parece extraño cómo podemos enviar miles de chistes por correo electrónico, que se esparcen como reguero de pólvora, pero cuando empezamos a enviar mensajes positivos acerca del Programa, la gente lo piensa dos veces antes de reenviarlos?

¿No les parece extraño que averigüemos rápido en que número cayó la lotería o el chance, pero no llamamos a otro alcohólico para saber cómo va en el programa o a otro servidor para conocer cómo marchan los asuntos de AA?

¿No les parece extraño que estemos a toda hora diciendo que no tenemos con qué pagarle a AA, cuando ni siquiera le hacemos un pequeño abono, en el sombrero?

¿No les parece extraño que en el templo apagamos los celulares, no fumamos, ni tomamos café, en cambio en nuestras reuniones de grupo, en vez de poner cuidado y atención al compartir, estamos fumando, tomando tinto, yendo al baño una o dos veces, y hasta respondiendo al celular o chateando, como se ha visto?


¿No les parece todo esto muy extraño?

óskareme
Cómo cubrir una vacante

Una vez un Presidente de los EE.UU. necesitaba cubrir una vacante en un importante cargo de la Casa Blanca.

Se recibieron muchas solicitudes, pues el cargo era muy destacado y muy apetecido por los numerosos profesionales de la sociedad política norteamericana.

Después de muchas evaluaciones, al final, el comité encargado seleccionó dos hojas de vida que reunían los más exigentes requisitos exigidos para cubrir tal vacante.

Quedó, entonces, en manos del señor Presidente escoger entre uno de los dos la persona más indicada para que le sirviera de asesor en su difícil tarea de gobernar el país. Pero el señor Presidente no sabía qué hacer, pues ambos candidatos reunían todas las condiciones y exigencias. Los conocía muy bien, pues con ambos había estudiado en la universidad y sus hojas de vida eran impecables.

Luego de mucho pensar, de buscar por un lado y por el otro, ya muy avanzada la noche, de pronto recordó que cuando estudiaban juntos, viajaban cierta vez en el Metro, cuando en una estación se subió una anciana a quien le costaba un poco caminar con la ayuda de un bastón. Uno de ellos, se hizo el desentendido y se puso a hojear un periódico, en cambio el otro se paró, inmediatamente, y le cedió el asiento a la señora. Ya, cada uno de los lectores podrá deducir a quién le dieron el cargo en la Casa Blanca.

Muchas veces no se requiere la sustentación en tanto títulos, para cubrir una vacante, sino la experiencia, la vocación, la aptitud, las ganas de servir que el candidato pueda demostrar para cumplir eficazmente con sus objetivos. AA indica que los principios deben estar por encima de las personalidades. Y los principios los demuestran los alcohólicos recuperados, con su accionar, su proceder, su conocimiento de la historia de la Comunidad, sus principios, el ejemplo de vida, de recuperación, que nunca se registra en los cartones, y que deben estar por encima de ellos.


óskareme

domingo, 1 de marzo de 2015

A propósito de la conciencia de grupo.

Hablamos demasiado de “conciencia de grupo”. Pero ¿qué es? ¿Para qué sirve? ¿Qué representa para nosotros? ¿Es conciencia de grupo lo que nos señalan y repiten algunos para justificar sus errores y equivocados procedimientos o comportamientos?

La conciencia colectiva o conciencia de grupo, se logra como resultado de la conciencia individual de cada uno de sus integrantes. Si se reúne un grupo de diez, veinte, cincuenta o más personas y no tienen  suficiente claridad, conocimiento, información, sobre lo que van a debatir y aprobar o a solucionar, allí no puede haber conciencia de grupo. Es algo elemental, ¿verdad?

Y con solo dejar de beber no se adquiere conciencia. Únicamente con el estudio y la práctica de los Pasos. Dice precisamente el Paso Doce que: “Para un hombre o mujer que ha experimentado un despertar espiritual, el significado más importante (es que) “Se le ha concedido un don que le produce un nuevo estado de conciencia y un nuevo modo de ser.” (ps.104, 105)

La enciclopedia Wikipedia señala al respecto:
La conciencia (del latín conscientia 'conocimiento compartido', pero diferente de consciencia, ser conscientes de ello) se define en general como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno, se refiere a la moral o bien a la recepción normal de los estímulos del interior y el exterior. Conscientĭa significa, literalmente, «con conocimiento».

Conciencia se refiere al saber de sí mismo, al conocimiento que el espíritu humano tiene de su propia existencia, estados o actos. Conciencia se aplica a lo ético, a los juicios sobre el bien y el mal de nuestras acciones. Una persona cloroformizada recobra la conciencia al cesar los efectos del anestésico (el alcohol es un anestésico, un depresor del sistema nervioso central, agrego yo). Una persona "de conciencia recta" no comete actos socialmente reprobables.


Para nosotros en AA, el estado de conciencia es un don que se nos concede mediante un despertar espiritual a través del trabajo intensivo y disciplinado con los Pasos. Así como la fe, la conciencia es evolutiva, se va desarrollando en la medida en que el alcohólico va aprendiendo (lo que tiene que hacer) y practicando lo aprendido, para lograr crecer y mejorar.

Si un grupo de personas que no pasaron de algún grado de primaria, se reúnen para debatir o solucionar un problema de astronomía, radioactividad, o física cuántica, se pueden imaginar ustedes ¿qué resultados pueden lograr?

Ninguno de nosotros sabíamos qué era alcoholismo antes de llegar a AA. Éramos inconscientes (ignorantes) con respecto a la enfermedad. Es más, muchos pese a que ya dejaron de beber (y hace tiempos) siguen sin saber de qué se trata el alcoholismo y todo lo reducen a la ingesta del alcohol. Por eso creen que AA es solamente para tapar la botella. Y de ahí no pasan. No crecen, no progresan, no se desarrollan. El Texto Básico dice que “Pobre del alcohólico que piensa que con la abstención lo obtiene todo.” Pero la ignorancia y la inconsciencia siguen galopantes en muchas esferas del quehacer alcohólico.

¿Y se imaginan ustedes lo que puede pasar cuando un alcohólico en estas condiciones es elegido para un servicio dentro de los niveles de la estructura? ¿Y cuando no es uno, sino cinco, diez, veinte o más, y se reúnen para considerar asuntos relacionados y de alguna consideración para la vida de la Comunidad? ¿Creen ustedes que eso, como se planteas aquí, es una conciencia de grupo? ¿Podrá Dios manifestarse a través de la ignorancia, el desconocimiento, el desgano y la irresponsabilidad?

No sigamos, pues, confundiendo conciencia de grupo con mayorías perezosas, desinformadas, apáticas, despreocupadas e irresponsables.  Refresquemos lo que dice el Concepto Uno, cuando a manera de ejemplo da a entender que para que exista una efectiva conciencia de grupo se requiere de (1°) suficiente información o conocimiento, (2°) valores morales, y (3°) sobre todo de responsabilidad. Lo demás es inconsciencia y eso es lo que muchas veces advertimos en nuestros grupos de trabajo. Y lo que causa grandes problemas y atrasos en el desenvolvimiento y desarrollo de la Comunidad.


óskareme 
Individuo y grupo

Existe un viejo proverbio que dice, “Dime con quién andas y te diré quién eres.” La actitud y el comportamiento de muchas personas, incluidos también muchos alcohólicos, está estrechamente relacionado con el decir y el hacer de otros, a quienes suelen servir de compañía, y se da precisamente entre aquellos que no han desarrollado suficiente conciencia, en nuestro caso, conciencia de ellos mismos, conciencia del programa, y conciencia de Dios; de sus responsabilidades, de sus compromisos, de sus derechos y deberes. Entonces se convierten en copias de los demás, en correveidiles, en simples mensajeros, como los llama el programa; o en “perritos falderos, “lambones” y “arrodillados”, como se les identifica coloquialmente.

¿Se imaginan este tipo de personas en los servicios generales? (Y los tenemos) ¿Tomando decisiones y votando en la Conferencia? (Y los tenemos) Y escondiendo sus yerros y equivocaciones detrás del famoso, confuso y equivocado “derecho a equivocarse”; o disfrazándolo con el manido “es que yo fui elegido por la conciencia de grupo”, sin saber exactamente de qué se trata y cómo se conforma una debida conciencia grupal?

Está comprobado que hay muchas personas que no son capaces de hacer SOLAS, lo que en otras ocasiones hacen cuando están acompañadas. Cuando se ven reunidas en grupos o en manadas, se sienten estimuladas, animadas, impulsadas a proceder como actúan las demás, asaltando la razón, el buen sentido y hasta el respeto por los demás. Y después, a solas, y cuando tienen algún rasgo de sinceridad y de humildad, empiezan a arrepentirse y a justificarse señalando “que no sabían por qué causas habían procedido de esa manera”.

Pero es fácil advertir que ellos actuaron así movidos por la fuerza del emocionalismo y la irracionalidad, por la IGNORANCIA, por la  incapacidad de controlarse, o por tratar de mostrarse, de hacerse sentir, de hacerse célebres, porque no fueron capaces de pensar y hacer por sí mismos, sino de la forma en cómo piensan y actúan los demás. ¿Han observado a las adolescentes llorando y gritando; pataleando y revolcándose en un concierto en vivo de su cantante preferido, lo que no harían nunca en sus casas escuchándolo en la radio o en la televisión? O ¿a las barras frenéticas en un estadio de fútbol, actuando de manera en como nunca lo harían solos, viéndo el partido por televisión o escuchándolo por radio? ¡Así se mueven muchos en AA., cuando se juntan con otros!

Cualquier grupo de personas o de alcohólicos cuya mayoría no tiene la más mínima idea de lo que van a hacer o decidir, sin compromiso ni responsabilidad, y de escasos recursos morales, que no dan buen ejemplo de vida ni del programa, no pueden alcanzar a conformar una debida conciencia de grupo, a través de la cual Dios pueda manifestarse. Así, cuando alguien con estas características acude a un evento multiparticipativo, como un congreso o una convención, actúa y se desenvuelve igual que cuando va al estadio, a un mitin político, o a un concierto rock; se vuelve copia, remedo de otros, se pierden entre la masa.

“Para un hombre o mujer que ha experimentado un despertar espiritual, el significado más importante que tiene es que ahora puede hacer sentir y creer aquello que antes, con sus propios recursos y sin ayuda, no podía hacer. Se le ha concedido un don que le produce un nuevo estado de conciencia y una nueva forma de ser. Se encuentra en un camino que le indica que le llevara a un destino seguro, que la vida no es un callejón sin salida, ni algo que habrá de soportar o dominar. Ha sido realmente transformado, porque se ha aferrado a una fuente de fortaleza de la que antes, de una u otra manera, se había privado”. (Paso 12) .

Y esa fuente de fortaleza no proviene de los demás, incluso ni de aquellos que consideramos “personajes importantes”, porque están figurando en los cuadros de mayor responsabilidad en los servicios generales. Ni tampoco de nuestros padrinos, a los cuales a veces les adjudicamos tanto crédito, más por la dependencia que nos generan que por la orientación misma que recibimos de ellos. Por lo tanto la fórmula para no convertirnos en marionetas, en el remedo o la fiel copia de lo que piensan, aprueban o hacen los demás, se localiza en el trabajo serio y honrado con Los Doce Pasos.

“Conforme estemos a depender de un Poder Superior, somos de hecho más libres. Por lo tanto, la dependencia, tal como se practica en AA, realmente significa lograr la verdadera libertad del espíritu.” (Doce y Doce).


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LAS MANOS QUE ORAN

Hace poco estuve en un grupo en donde observé un viejo afiche, allí enmarcado, que colgaba de una de sus paredes, anunciando la celebración de la “semana de la gratitud”, de años atrás, impreso y distribuido por la Oficina de Servicios Generales de AA. de Colombia.  No llevaba crédito la imagen, ni referencia alguna del autor de la obra que lo ilustraba, pese a que nosotros somos muy celosos y exigentes con todo lo nuestro, símbolos y literatura, para lo cual pedimos no se publique nada sin el correspondiente permiso y cuando se reproduzca algo de AA, se cite de donde fue tomado o se le de crédito a la fuente.

Corresponde la imagen del afiche, a unas largas y penosas manos que se juntan en señal de oración, ruego y devoción. Estas manos son muy conocidas en el mundo del arte, pues se trata de una de las obras más famosas  del connotado artista del Renacimiento Alemán, Alberto Durero.

Bien —o mejor mal, como sucede con muchas cosas que hacemos nosotros —, repasando un poco la historia de la imagen, reproducida sin crédito, como si acaso fuese de propiedad nuestra, contemos la siguiente historia que la mayoría desconoce, y que es muy bella y nos deja grandes enseñanzas.

Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nuremberg, vivía una familia con 18 niños. Para poder servir pan en la mesa para tanta prole, el padre, jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara.

A pesar de las condiciones  de pobreza en que vivían, dos de los hijos tenían un sueño. Ambos querían dedicarse a las bellas artes, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia.  Después de muchas noches de conversaciones, ambos llegaron a un acuerdo. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. De igual manera, al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios del que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario. Un domingo al salir de la iglesia, lanzaron al aire una moneda. Alberto Durero ganó y se fue a estudiar a una Academia particular  de Nuremberg.

Su otro hermano, comenzó entonces el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció durante los siguientes cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento, cuando apenas tenía 15 años, era uno de los mejores aprendices en el taller del pintor y grabador Michael Wolgemut.

Los grabados de Alberto, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de los demás alumnos y profesores, y pasado algún poco tiempo ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.

Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durero se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Alberto se puso de pie, en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer de sus estudios una realidad. Sus palabras finales fueron:
“Ahora si, hermano mío, es tu turno. Puedes irte a Nuremberg a perseguir tus sueños que yo me haré cargo de ti.”

Todas las miradas se volvieron llenos de expectativa hacia el rincón de la mesa en donde el hermano tenía el rostro empapado en lágrimas, y movía de lado a lado la cabeza, mientras murmuraba una y otra vez:
“No..., no...”  Finalmente, se puso de pie y secó sus lágrimas. Miró por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano: “No, hermano, no puedo ir a Nuremberg. Ya es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho en mis manos”.

“Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, y últimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis. Así, mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el cincel. No, hermano, para mí es ya muy tarde.”

Hoy en día los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Alberto Durero, pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Copias se encuentran por doquier (hasta entre nosotros.) Un día para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Alberto Durero, dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando hacia el cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente “Manos” pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a esta bella obra de arte y la empezó a llamar las “Manos que oran”.

Así que la próxima vez que vea una copia de esa creación artística, probablemente enmarcada también en su grupo, obsérvela bien, y considere que mucho más que un recordatorio de una semana de gratitud, fue un homenaje del artista Alberto Durero a su hermano del alma, quien reconocía que, así como en AA., nadie triunfa solo: se requiere de la ayuda de los demás. En este caso, de su hermano. Ver enlace: 

https://www.google.com.co/webhp?sourceid=chrome-instant&ion=1&espv=2&ie=UTF-8#q=las%20manos%20que%20oran%20de%20durero


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viernes, 27 de febrero de 2015

ROLLIE H.

El primero de mayo de 1940, se produjo la primera ruptura de la Tradición de Anonimato, por supuesto, mucho antes de que la misma se escribiera y se aprobara en el contexto del programa de AA. De allí que las Tradiciones “fuesen forjadas en yunques de dolorosa experiencia”, como anotara el cofundador Bill W.

De muchos es sabido que el béisbol es el deporte nacional de los Estados Unidos. En los tiempos de iniciación de AA, tenía mucho más seguidores que ahora, cuando el fútbol americano y el basquetbol, y otros deportes, le han restado seguidores.

Pues bien, en 1940 el equipo Los Indios de Cleveland, la tercera ciudad con grupo de AA, capital del estado de Ohio, y cercana a Akron, cuna de AA, contaba con un destacado receptor de fama en todo el país. Se trataba de Ralston “Rollie” Hemsley, quien ya había jugado en otros equipos de Grandes Ligas como en los Piratas de Pittsburgh (1928-31), Cachorros de Chicago (1931 a 1932), Rojos de Cincinnati (1933), St. Louis Browns (1933 a 1937), y ahora en Indios de Cleveland (1938-1941).

Ralston Burdett "Rollie" Hemsley nació en el 24 de junio de 1.907 en Syracuse, Ohio. Su debut como cátcher fue el 13 de abril de 1.928. Cuando jugaba con los Indios de Cleveland había capturado solo un juego sin hits lanzado por Bob Feller pero la noticia sobre la desgracia de su alcoholismo comenzó a aparecer en los periódicos.  La prensa lo llamaba "el alegre Rollie," por sus excesos con la bebida, y empezó a registrar graves escándalos por sus borracheras. Había prendido fuego a un coche, armaba líos  en los trenes que transportaba el equipo, atrapó un bola dejada caer de la torre de la Terminal de Cleveland en estado de ebriedad (y lo hizo otra vez sobrio), y fue a la salida de las grandes ligas cuando finalmente recibió la ayuda.

En abril de 1939, poco después de aparecer publicado el libro de texto Alcohólicos Anónimos, el Dr. Bob llamó a John R., y le dijo: “Tú eres el único por aquí de Akron, que sabe algo sobre el béisbol. ¿Conoces a un jugador llamado Rollie Hemsley?”

John respondió: "Por supuesto que sí; él es el receptor del equipo Cleveland."

El Dr. Bob dijo: "Bueno, alguien lo trajo aquí, y lo tenemos ahora en el hospital. Ven y habla con él."

Algunos amigos lo habían llevado hasta el hospital e ingresado bajo un nombre falso que presuntamente puso un periodista deportivo del Diario Beacon, -desconfiado de que el Dr. Bob lo conociera y revelara su nombre.

Pasado un año y cuando Rollie fue dado de alta, gracias a la ayuda recibida, se incorporó al Grupo Oxford de Akron. Allí comenzó a relacionarse más estrechamente con la gente de AA y a recibir los consejos del Dr. Bob y sus amigos.

Cuando los AA de Akron se separaron del Grupo Oxford, Rollie H.,se quedó inicialmente con el Grupo Oxford, pero apenas por un tiempo, porque después decidió mejor unirse a los AA del grupo de Cleveland. Allí se sentía más cómodo y mejor.

Así que cuando la historia de su alcoholismo estalló en 1940, el crédito de su recuperación fue otorgado por la prensa al Grupo Oxford. Entonces Rollie H., rompió su silencio por primera vez, y dio el crédito por su sobriedad a Alcohólicos Anónimos. Esto causó cierta preocupación entre los miembros de AA, pero Rollie difícilmente podría ser culpado de violar su anonimato pues las Tradiciones aún no se habían escrito, y la historia de su recuperación en AA trajo a muchos nuevos. Además Rollie no buscaba prestigio ni fama, pues ya la tenía y bastante, como para aprovecharse de su vinculación con AA. El procuraba que otros deportistas y personas alcohólicas buscaran la ayuda.

Rollie, para clarificar la situación explicó la diferencia entre el Grupo Oxford y AA de esta manera, dijo: "Usted sabe bien que si alguien viene y me da consejos sobre el béisbol y me dijera que nunca jugó, yo no presto mucha atención. Eso mismo ocurriría con el alcohol."

La primera historia sobre A.A. que apareció en el periódico Cleveland Plain Dealer decía "un ex jugador de grandes ligas es ahora un oficial de reclutamiento de alcohólicos."

Rollie H., después volvería a jugar en los Rojos de Cincinnati (1942),  los Yankees de Nueva York (1942-1944) y los Filis de Filadelfia (1946 a 1947), donde terminó su destacada carrera profesional. Rollie murió el 31 de Julio de 1972, en Washington.


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Ir a enlace:
http://www.findagrave.com/cgi-bin/fg.cgi?page=pv&GRid=13675750&PIpi=14893714





jueves, 26 de febrero de 2015

Todos quieren, pero a su manera.

Todos quieren ir al cielo, pero nadie se quiere morir. Muchos quieren ser ricos, pero nadie quiere trabajar. Muchos quieren ser profesionales, pero sin tener que estudiar. Todos quieren tener buena salud, pero sin dejar de fumar, beber y trasnochar…

Muchos quieren recuperarse del alcoholismo, pero sin tener que practicar los Pasos. Otros quieren ser servidores, pero sin conocer ni entenderse con las Tradiciones. Bastantes quieren llegar a la Conferencia, o incluso ser custodios, pero sin abrir  el Manual de Servicios, tratar los Conceptos y demás material que enseña cómo es que se hacen las cosas en AA. (Entre nosotros, algunos lo logran).

Todos, todos quieren, pero a su manera, en el momento en que lo consideren, cuando les quede un tiempito, y sin autoridad a quien rendirle cuentas. Y así no funcionan las cosas en AA.

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