martes, 24 de agosto de 2021

 



AA nació entre Libros

Existen muchos símbolos relacionados con la conformación de Alcohólicos Anónimos. Uno de ellos, algo escondido y desapercibido por casi todos los AA, son los libros.

AA comenzó a gestarse en la biblioteca de la casa de la señora Henrieta Seiberling, la dama no alcohólica que relacionó al Dr. Bob con Bill W., ese domingo 12 de mayo de 1935, Día de las Madres, en la ciudad de Akron, Ohio, Estados Unidos.

En medio de libros se conocieron y hablaron los dos pioneros de AA. Anotemos que ambos inicialistas de nuestro Programa y nuestra Comunidad, eran buenos lectores, como lo registran sus biografías. No eran pues un par de ignorantes, poco amantes de la lectura.

 La reunión se extendió por espacio de cinco horas, desde las 5 de la tarde hasta las 11 de la noche, cuando inicialmente estaba programada tan sólo para 15 minutos, pues el Dr. Bob, en medio de una terrible resaca, no estaba en condiciones, ni físicas ni mentales, de escuchar a nadie, presumiendo que iba a ser señalado, acusado y juzgado, como lo hacía el resto de la sociedad con las personas incapaces de controlar la bebida. 

¡Pero vaya sorpresa! Aquel neoyorquino que venía hablarle de alcoholismo, lo primero que hizo fue invitarlo a que se tomara una copa para que así calmara sus nervios, se tranquilizara un poco y pudiera escucharle mejor, lo que tenía para decirle. Eso mismo se repitió, el 10 de junio, día de iniciación de AA, en el mundo, cuando Bill le volvió a ofrecer una cerveza, el último trago de su vida, al Dr. Bob, para que calmar los nervios y la tembladera y pudiera ingresar tranquilo al quirófano, donde debía celebrar una cirugía.

Otro símbolo importante, entre tantos otros, que después podemos comentar, es la fecha, ya que Alcohólicos Anónimos comenzó a gestarse el Día de las Madres, esa figura querida y amada por casi todos, encargada de la gestión y reproducción de género humano. Y como algunos embarazos difíciles y complicados, A.A. nació en medio de grandes temores, conflictos y dificultades, que de no haber sido por la Gracia de Dios, y los esfuerzos continuos de los pioneros, no hubiésemos podido contar ahora con una respuesta definitiva para un problema tan antiguo y delicado como es el alcoholismo.

Damos, pues, gracias a Dios en esta oportunidad, por habernos provistos de un programa espiritual, como son los Doce Pasos, por un libro texto básico como “Alcohólicos Anónimos”, y por todo el programa en general, que nos ha permitido encontrar una nueva forma de vida, honesta, tranquila feliz y útil.

Gracias también a Bill y al Dr. Bob, por la labor adelantada conjuntamente con otros pioneros (tanto en el mundo, como en Colombia), a nuestros padrinos, concejeros, familiares, y a todas las personas no alcohólicas que de alguna u otra manera colaboraron en nuestra recuperación, y con gran dedicación amor y servicio, pusieron todo su esfuerzo para que AA perdurara en el tiempo para beneficio de los alcohólicos. ¡Que Dios los guarde y nos guarde por siempre!

óskareme



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