AA nació
entre Libros
Existen muchos símbolos relacionados con
la conformación de Alcohólicos Anónimos. Uno de ellos, algo escondido y desapercibido
por casi todos los AA, son los libros.
AA comenzó a gestarse en la biblioteca de la casa de la señora Henrieta Seiberling, la dama no alcohólica que relacionó al Dr. Bob con Bill W., ese domingo 12 de mayo de 1935, Día de las Madres, en la ciudad de Akron, Ohio, Estados Unidos.
En medio de libros se conocieron y
hablaron los dos pioneros de AA. Anotemos que ambos inicialistas de nuestro
Programa y nuestra Comunidad, eran buenos lectores, como lo registran sus
biografías. No eran pues un par de ignorantes, poco amantes de la lectura.
La reunión se extendió por espacio de cinco horas, desde las 5 de la tarde hasta las 11 de la noche, cuando inicialmente estaba programada tan sólo para 15 minutos, pues el Dr. Bob, en medio de una terrible resaca, no estaba en condiciones, ni físicas ni mentales, de escuchar a nadie, presumiendo que iba a ser señalado, acusado y juzgado, como lo hacía el resto de la sociedad con las personas incapaces de controlar la bebida.
¡Pero vaya sorpresa! Aquel neoyorquino
que venía hablarle de alcoholismo, lo primero que hizo fue invitarlo a que se
tomara una copa para que así calmara sus nervios, se tranquilizara un poco y
pudiera escucharle mejor, lo que tenía para decirle. Eso mismo se repitió, el
10 de junio, día de iniciación de AA, en el mundo, cuando Bill le volvió a
ofrecer una cerveza, el último trago de su vida, al Dr. Bob, para que calmar los
nervios y la tembladera y pudiera ingresar tranquilo al quirófano, donde debía
celebrar una cirugía.
Otro símbolo importante, entre tantos
otros, que después podemos comentar, es la fecha, ya que Alcohólicos Anónimos
comenzó a gestarse el Día de las Madres, esa figura querida y amada por casi
todos, encargada de la gestión y reproducción de género humano. Y como algunos
embarazos difíciles y complicados, A.A. nació en medio de grandes temores,
conflictos y dificultades, que de no haber sido por la Gracia de Dios, y los
esfuerzos continuos de los pioneros, no hubiésemos podido contar ahora con una
respuesta definitiva para un problema tan antiguo y delicado como es el
alcoholismo.
Damos, pues, gracias a Dios en esta
oportunidad, por habernos provistos de un programa espiritual, como son los
Doce Pasos, por un libro texto básico como “Alcohólicos Anónimos”, y por todo
el programa en general, que nos ha permitido encontrar una nueva forma de vida,
honesta, tranquila feliz y útil.
Gracias también a Bill y al Dr. Bob, por
la labor adelantada conjuntamente con otros pioneros (tanto en el mundo, como
en Colombia), a nuestros padrinos, concejeros, familiares, y a todas las
personas no alcohólicas que de alguna u otra manera colaboraron en nuestra
recuperación, y con gran dedicación amor y servicio, pusieron todo su esfuerzo
para que AA perdurara en el tiempo para beneficio de los alcohólicos. ¡Que Dios
los guarde y nos guarde por siempre!
óskareme
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