lunes, 9 de agosto de 2021

 

EL ARTE DE SALUDAR…

y de RESPONDER

Saludar, según el diccionario, es el arte de dirigir a alguien, al encontrarlo o despedirse de él, con palabras amables corteses, cariñosas, interesándose en su salud o deseándosela.

Saludar pertenece a la rutina de la vida cotidiana. Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Hacer del saludo un arte es obra de sabiduría que requiere dedicación y perseverancia.

Quien saluda establece un puente de relación con los demás, donde va implícita los buenos deseos por la salud, armonía y felicidad de todo el ser. Salud del cuerpo, salud del alma, armonía biológica y espiritual. Salud y armonía van de la mano, conveniente proporción y correspondencia de las partes en el todo.

Asistir a un grupo de AA, a una oficina o un lugar cualquiera en donde nadie saluda o saludan displicentemente, con frases frías, entrecortadas o hasta irónicas, sin establecer contacto visual, sin calidez ni amabilidad, no es buen síntoma para aquellos que viven insistiendo en “llevar el mensaje”, mensaje que puede ser mejor de incultura, descortesía, desinterés, y frialdad.

Igual cuando se recibe una carta o un correo electrónico; lo mínimo y más elemental que se puede hacer es acusar recibo de la misma. Pero muchos creen que se comprometen, que no vale la pena, que no saben o no quieren responder ante otros que se tomaron el tiempo para escribirles, consultarles o expresar sus ideas e inquietudes. Compartir es parte esencial de nuestro programa de recuperación, pero algunos (o muchos) no saben o no entienden que al no responder o contestar fríamente un saludo, cortan de inmediato la comunicación, eliminado el sentido espiritual del compartir, desde el mismo comienzo.

 

Cuando se pide que escriban (para la revista, por ejemplo), como igual cuando se envía artículo, se consulta o se comparte un mensaje o un correo electrónico, quien lo recibe, o los encargados de las relaciones públicas de toda entidad o comunidad están obligados a responder; es de simple y elemental cortesía contestar a tiempo, no a los tres, cuatro o más meses como ha ocurrido tantas veces entre nosotros. ¡Por Dios!  Por lo menos acusar recibo instantáneo de los mismos. De lo contrario no hay comités de divulgación, ni de relaciones públicas, ni de nada, que sirva, sino simple burocracia; personas y comités jugando a lo que no saben y afectando a la Comunidad que representan.

 

Pueda ser que algún día los Pasos les permitan a muchos alcohólicos aprender cortesía y buenos modales, que son ingredientes esenciales de eso que llaman RECUPERACION además de UNIDAD, palabreja esta de la cual se habla mucho, pero se transpira poco.

 

óskareme

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